Anamnesis
La anamnesis minuciosa es
fundamental y no puede sustituirse por pruebas de diagnóstico. Debe revisar en
detalle todos los aparatos y sistemas porque muchos síntomas que impresionan
proceder de otros aparatos y sistemas (p. ej., disnea, indigestión) a menudo se
deben a cardiopatías. Debe indagarse acerca de los antecedentes familiares
porque muchas cardiopatías (p. ej., enfermedad coronaria, hipertensión arterial, valvulopatía
aortica, miocardiopatía hipertrófica, prolapso de la válvula mitral)
son hereditarias.
Los síntomas cardíacos graves incluyen dolor torácico, disnea, palpitaciones, sensación de pérdida inminente de la consciencia, sincope y edema. Estos síntomas son frecuentes en más de una cardiopatía y en enfermedades no cardíacas. Y siempre deben ser interrogados con detalles en cuanto a su cronología, sus desencadenantes, atenueantes y las características propias del síntoma en particular
El dolor torácico
Es una molestia muy frecuente. Muchos pacientes son conscientes de la
amenaza potencial asociada con este síntoma y consultan ante la mínima
molestia. Otros, incluso muchos individuos con enfermedades graves, minimizan o
ignoran esta advertencia. La percepción del dolor (tanto sus características
como su gravedad) varía significativamente en los distintos individuos y
también en ambos sexos. Independientemente de la manera en que se describa, no
se debe restar importancia al dolor torácico sin explicar su causa. (Ver más sobre dolor torácico)
Disnea
Es básicamente la respiración desagradable o molesta y según la causa, se
experimenta y se describe de diferente forma por los pacientes. Esta puede ser esencialmente
causada por problemas pulmonares, cardiacos o propios de las vías respiratorias
en cualquiera de su trayecto. (Ver más sobre disnea)
Palpitaciones
Consisten en la percepción de la actividad cardíaca. A menudo se
describen como una sensación de aleteo, aceleración o salto de un latido. Son
frecuentes, pero algunos pacientes las consideran desagradables y alarmantes.
Las palpitaciones pueden presentarse en pacientes sin cardiopatía o pueden ser
el resultado de una cardiopatía mortal. La clave para el diagnóstico y el
tratamiento consiste en “capturar” el ritmo en el ECG y realizar observaciones
minuciosas durante los episodios de palpitaciones. (Ver más sobre palpitaciones)
Síncope
Es una pérdida súbita y breve de la conciencia con
ausencia de tono postural seguida de recuperación espontánea. El paciente queda
inmóvil y flácido y en general tiene los miembros fríos, el pulso débil y la
respiración superficial. A veces se producen breves sacudidas musculares
involuntarias, que asemejan una convulsión.
El presíncope es la percepción de mareos
y desmayo inminente sin pérdida real de la conciencia. En general, se describe
y se clasifica junto con el síncope porque sus causas son las mismas
.
Las convulsiones pueden
ocasionar pérdida súbita de la conciencia, pero no son un síncope. No obstante,
debe sospecharse el diagnóstico de convulsiones en pacientes con un aparente
síncope cuando los antecedentes son poco claros o no están disponibles.
Asimismo, las convulsiones no siempre son tónico-clónicas
y el síncope verdadero a veces se asocia con una convulsión breve (< 5 s). (Ver más sobre sincope)
Edema intersticial
El edema es la inflamación de los tejidos blandos secundaria a la acumulación de líquido intersticial. El líquido es predominantemente agua, pero en presencia de infección u obstrucción linfática puede acumularse líquido rico en proteínas y células.
El edema puede ser generalizado o localizado (p. ej., limitado a un solo
miembro o a parte de un miembro). A veces aparece súbitamente y los pacientes
informan que un miembro se edematizó de repente. Con mayor frecuencia, el edema
se desarrolla en forma insidiosa, con aumento inicial de peso, edema ocular al
despertar por la mañana y zapatos apretados al final del día. Un edema que se
desarrolla lentamente puede hacerse masivo antes de que el paciente consulte al
médico.
El edema provoca pocos síntomas
por sí mismo excepto, en ocasiones, una sensación de plenitud o tensión. Los
demás síntomas suelen estar relacionados con la enfermedad subyacente. Los
pacientes con edema secundario a una insuficiencia cardíaca (causa
frecuente) suelen presentar disnea durante el ejercicio, ortopnea y disnea
paroxística nocturna.
Examen físico cardiovascular
Se deben explorar mediante la inspección general del paciente y focalizando detalles como latidos o pulsos venosos en la región del cuello, alteraciones como edemas, manchas o petequias en las extremidades, deformidades torácicas, coloraciones como palidez o cianosis.
La palpación es de marcada utilidad en el abordaje cardiovascular, la palpación y estudio del latido apexiano y del pulso arterial revelan importantes hallazgos sobre la función cardiaca.
La percusión aunque no tiene una utilidad considerada amplia, puede ser orientadora en aquellos casos como el derrame pericárdico o la patología que curse con liquido pulmonar o abdominal y que puedan afectar la función cardiaca.
Por otro lado la auscultación cardiovascular, que además de su marcada utilidad en el uso precordial convencional, puede arrojar datos importantes utilizándola con determinadas maniobras, lo que llamamos auscultación dinámica, y se pueden encontrar hallazgos en otras regiones, como la carotidea, o la abdominal en casos e estenosis o turbulencia vascular en esas áreas.
(ver mas sobre exploración física cardiovascular)
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