La hipertensión arterial es el factor de riesgo modificable mas prevalente para
las enfermedades coronarias, los problemas cerebrovasculares y la insuficiencia
cardiaca.
Cada 20 mmHg que aumenta la presión arterial, genera un aumento del
doble en el riesgo de enfermedades cardiovasculares
Se conoce como hipertensión arterial cuando la presión
arterial se encuentra de forma crónica en valores iguales o mayores a 140 mmHg
en la presión sistólica y 90 mmHg para
la presión diastólica, Conllevando a problemas estructurales en las paredes de
las arterias y problemas funcionales
principalmente en órganos como el corazón, el riñón o el cerebro.
Generalmente se necesita un mínimo de 3 registros en un
lapso de una o dos semanas con la presión arterial por encima de lo normal para
considerar que se está ante una hipertensión arterial.
La hipertensión arterial frecuentemente NO presenta síntomas
pero puede, en ocasiones, manifestarse con dolor de cabeza, vómitos, mareos o
cansancio, el hecho de que estos no se presenten, no significa que la
hipertensión este ausente, la única forma de descartar o confirmar hipertensión
arterial, es medir la presión arterial.
Se debe tener en cuenta que la hipertensión arterial no se
cura, pero si se puede tener con muy buen control.
Para esto, el médico
tratante será el encargado de decidir cuál es la mejor manera de tratar y/o
controlar la presión arterial y si es necesario el uso de algún medicamento
También se debe tener en cuenta que la hipertensión arterial
es un problema de larga data, por lo tanto en aquellos casos donde la presión
arterial aumente ocasionalmente debido a un evento como por ejemplo el estrés
de un mal momento, no puede ser considerado como hipertensión arterial, sino
como una elevación transitoria de la presión arterial o como un evento hipertensivo.
Sin embargo en estos casos pueden presentarse
manifestaciones clínicas y riesgo de llegar a generar problemas en otros
órganos cuando la elevación de la presión arterial es significativamente alta, justificando la atención sanitaria en estos casos para monitorear y
controlar la presión evitando daños
mayores.
Recuerde que la hipertensión arterial puede estar presente y
NO ocasionar síntomas, por esto se hace útil el autocontrol de la presión
arterial, la medición en la farmacia o la toma domiciliaria de la misma,
actualmente existen equipos automáticos y semiautomáticos que son útiles y de
fácil manejo, se debe consultar con el medico sobre las marcas homologadas
debido a que algunos necesitan ser calibrados y otros no son recomendados o autorizados, como
por ejemplo los que miden la presión arterial en el dedo o algunos que lo hacen en la muñeca.
No olvide registrar los números de su presión arterial en
cada toma, apuntando además datos como la fecha, la hora, la posición en la que
fue tomada y el tipo de equipo que fue utilizado, estos datos pueden ser de
mucha utilidad para su médico a la hora de interpretar los resultados.
Tampoco olvide que este es el factor de riesgo modificable que
más prevalece en las enfermedades del corazón, así que tener un adecuado
control de presión arterial, disminuye increíblemente su riesgo a padecer
enfermedades cardiovasculares.